Terapia infantil

La niñez es una etapa de vital importancia para el desarrollo cognitivo y emocional de la persona, siendo la base de su futura personalidad.

En la infancia, el niño crea sus primeros vínculos relacionales importantes, explora y aprende de su entorno generando unos incipientes esquemas de pensamiento e interpretación de su entorno y de su familia, sobre los que creará su futuro autoconcepto y autoestima. En esta etapa, es también donde el niño se enfrenta a sus primeros conflictos emocionales con las pocas herramientas de las que dispone: miedos, motivaciones, frustraciones y pequeños o grandes retos, que marcarán su inconsciente profundamente.

Es por esto que, en nuestro espacio terapéutico infantil, velamos por la salud psicológica y emocional del niño, entendiendo que su equilibrio vital pasa también por velar por el bienestar de los miembros de su familia de una manera holística.

Cuando un niñ@ acude a terapia, suele ser a demanda de la familia o bien de la escuela, que observan reacciones y conductas que no pueden comprender pero que causan preocupación en su entorno. Estas conductas, a menudo disruptivas, son siempre una manera de expresar algo que necesita ser atendido, pero que el infante no sabe compartir por carecer todavía de un lenguaje específico y de entendimiento suficiente para solucionarlo, generándole malestar.

En estos casos, lo más apropiado es ayudarse de un profesional que pueda atender las necesidades del niño, ayudando a su vez a la familia a promover un espacio sano de crianza, aportando herramientas de educación positiva, o interviniendo conjuntamente con toda la familia si la situación así lo requiere.