Reeducación Psicopedagógica
apoyar el desarrollo
Dentro del ámbito de la Neuropsicología, la Reeducación Psicopedagógica es un tipo de terapia centrada en niñ@s y adolescentes de primaria y secundaria que necesitan de un apoyo específico para conseguir superar las demandas académicas propias de la edad, o que presenten algún tipo de trastorno del aprendizaje o del neurodesarrollo, que son las causas más comunes del fracaso escolar.
Cuando se detecta alguna problemática de este tipo, se lleva a cabo una evaluación específica para determinar las funciones cognitivas y/o habilidades académicas a trabajar, así como los aspectos emocionales, motivacionales y conductuales que puedan estar afectando al rendimiento escolar. Es importante recalcar que la reeducación NO es una clase de refuerzo escolar.
Apoyo
Crecimiento
Superación
En qué consiste la Reeducación Psicopedagógica
Para determinar si un pequeño necesita o no un proceso de reeducación psicopedagógica, se comienza por realizar una exploración exhaustiva de sus necesidades de aprendizaje y cognitivas a través de una evaluación neuropsicológica, que consiste en la realización de una serie de pruebas y tests específicos y adaptados a la edad del menor.
Si los resultados indican que existe esta necesidad, se inician las sesiones de reeducación, realizando generalmente una sesión semanal. La duración total de la intervención dependerá del caso y su gravedad.
Los trastornos más comunes que trata son:
- Trastornos del aprendizaje: dislexia, disortografía, discalculia, etc.
- Trastorno específico del lenguaje
- Trastorno del aprendizaje no verbal
- Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)
- Discapacidad intelectual y síndromes genéticos
- Trastornos del Espectro Autista (TEA)
- Altas capacidades
Principales objetivos:
La reeducación psicopedagógica siempre se individualiza para cada niñ@ con el objetivo principal de la mejora de su rendimiento escolar, pero hay también otros ámbitos y funciones cognitivas que pueden beneficiarse de este tipo de terapia. Algunos ejemplos son:
- Mejorar el aprendizaje en diferentes áreas: leptoescritura, cálculo mental, razonamiento matemático, etc.
- Trabajar las funciones cognitivas (atención, memoria, funciones ejecutivas, etc.)
- Enseñar y aplicar técnicas de estudio eficaces
- Mejorar los hábitos de estudio y la capacidad de organización
- Fomentar la motivación y la autoestima relacionadas con la trayectoria académica
- Coordinación con el centro escolar
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